martes, 4 de febrero de 2014

La soja en la pastelería salada

A estas alturas ya es de sobra conocido lo favorable que es para nuestro organismo el consumo de soja, combate el colesterol, disminuye la formación de grasas, mantiene a raya la diabetes y la hipertensión, etc. Cada vez son más los beneficios que estudios científicos recientes atribuyen al consumo de soja. Aunque hasta hace unos años consumir soja era un privilegio casi exclusivo de los países orientales, de donde es originaria, hoy en día toda tienda de dietética que se precie vende soja o cualquiera de sus derivados.

La soja es, sin duda, el producto agrícola de mayor valor biológico que podemos encontrar, por ello durante milenios ha sido la principal fuente de proteínas de las dietas de países orientales, y poco a poco ha ido ganando terreno en el resto del mundo, y ahora ha llegado a la alta cocina.
El Gremio Provincial de Pastelería de Valencia organizó hace unos días un curso, en la Escuela Oficial de Pastelería de Valencia, sobre pastelería salada innovadora, con la soja como principal hilo conductor. Durante este curso, Miguel Angel Señoris desarrolló 12 creaciones de pastelería salada relacionadas entre sí a través de un único ingrediente, la soja. Con el fin de prestigiar las elaboraciones saladas al alcance del pastelero en sus servicios para celebraciones y eventos en general, el maestro pastelero valenciano ha querido imprimir un aire especialmente innovador a cada propuesta.

Se ha podido disfrutar, entre otras delicias, de una hamburguesa de soja texturizada y marcada a fuego, de un macaron con alioli de leche de soja y setas, de un salmonete braseado con verduritas frescas salteadas, de un trampantojo de taboule marroquí con espárrago, de una pasta de soja texturizada con coral de vieiras y gambas, de un pulpo sobre lecho de patata confitada en aceite de oliva y o de un chupito de coliflor con emulsión de setas salteadas.


Héctor Fuertes Martínez. Noticias

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