CUPCAKES TRADICIONALES

Desde que se elaboraron los primeros cupcakes en los Estados Unidos allá por principios del siglo XIX, su receta original ha ido cambiando e introduciendo nuevos ingredientes. Especialmente ha sido en los últimos años cuando el mundo del cupcake ha experimentado una revolución y muchos cocineros de todo el mundo, expertos en repostería, han propuesto nuevas versiones para estos pasteles individuales.

Su origen se asocia con el hecho de que cocinar estos pequeños pasteles ‘a la taza’ resultaba más económico que hacer uno grande porque, por su tamaño, necesitan estar menos tiempo en el horno. Pero hoy en día las razones que nos llevan a cocinar cupcakes son muy diferentes: son bonitos,son tendencia y además están riquísimos. Es por eso que cada día surgen para ellos variantes y nuevas recetas.

Cómo ya sabéis hay dos versiones diferentes con respecto al origen de la palabra cupcake. Por un lado está la versión que dice que su nombre viene de que inicialmente se horneaban en tazas, pero por otro lado hay quien dice que las tazas se utilizaban para tomar las medidas de los ingredientes. En realidad eso es lo de menos, lo que importa es que la idea fue un éxito y su fama se ha incrementado exponencialmente en los últimos años.

Tradicionalmente el cupcake constaba de base y cobertura, añadiéndose posteriormente más partes a su estructura que a continuación detallaremos. Los ingredientes básicos para la base eran mantequilla, azúcar, huevos y harina, aunque hoy en día también para estos hay posibilidades de cambio. Vainilla y cacao eran los ingredientes que tradicionalmente se utilizaban para el aroma y el sabor, siendo ahora la variedad en este sentido ilimitada.

En cuanto a la cobertura, las más tradicionales son la buttercream y la crema de queso. Todo apunta a que cuando surgieron los cupcakes,la cobertura se colocaba sobre ellos con una cuchara, y aún hoy en día hay quien la coloca de esta forma, dándoles a los dulces un aspecto más casero y rústico. Pero con el paso de los años se ha ido generalizando el uso de la manga pastelera para conseguir un acabado más llamativo y espectacular.