HISTORIA DE LOS HELADOS
El
origen del helado se considera incierto, ya que el concepto del
producto ha sufrido modificaciones en consonancia con el avance
tecnológico, la generalización de su consumo y las exigencias de
los consumidores. Pese a ello, se puede fijar como origen probable
del helado la presencia de bebidas heladas o enfriadas con nieve o
hielo en las cortes babilónicas, antes de la era cristiana.
Está
claro que el origen de los helados es muy antiguo. Hay quienes
sostienen que los antiguos romanos son los inventores del "sorbete".
Ellos utilizaban nieve, frutas y miel para preparar este refrescante
postre. El emperador Nerón hacia traer nieve de los Alpes para que
le preparen esta bebida helada. Otros con igual convicción, señalan
que los chinos, muchos siglos antes de Jesucristo, ya mezclaban la
nieve de las montañas con miel y frutas.
Lo
cierto es que los conocían y disfrutaban, los chinos, turcos, árabes
y romanos. Otro antecedente interesante es que en la corte de
Alejandro Magno, se enterraban ánforas conteniendo frutas mezcladas
con miel, en la nieve, para conservarlas mejor y se servían heladas.
Los
cocineros árabes, de los Califas de Bagdad, se destacaron en refinar
la calidad y variedad de estos, incorporando a la preparación zumos
de fruta. A estas mezclas le dieron el nombre de "sharbets",
que quiere decir bebida, de allí el nombre sorbete empleado hoy en
día.
Solucionaron
este inconveniente utilizando dos recipientes de madera o de estaño,
uno metido dentro del otro. En el más pequeño de estos recipientes
se preparaba la mezcla de helado. Es importante destacar que en esa
época descubrieron que la adición de sal en grano hace bajar la
temperatura del hielo y que este duraba por más tiempo. Luego
rellenaban el espacio entre los recipientes con hielo y sal. Después
de mezclar los ingredientes, se dejaba la mezcla en el recipiente, y
el helado quedaba listo.
Un
gran paso en esta industria fue el descubrimiento del descenso
crioscópico (descenso de la temperatura de solidificación) de las
soluciones de sal (salmueras)
las cuales permitían que utilizando un balde
rodeado
con una mezcla de hielo y sal o de agua y sal a bajas temperaturas,
se congelaran mediante el batido bebidas y zumos de frutas
azucarados, dando lugar a los primeros helados de textura cremosa.
En
1913 se inventó la primera máquina continua para elaborar
helados que
constaba de un gran cilindro de acero, congelado por un equipo muy
potente de frío y en la parte interior, de un batidor con aspas
impulsado por un potente motor eléctrico, que mueve la mezcla
continuamente hasta que dicha mezcla alcance la consistencia de una
crema helada.
IVÁN ESPARZA SÁNCHEZ
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