Tarta de trucha

Buscando por la red he encontrado un dulce típico de León que me ha llamado mucho la atención por uno de sus ingredientes principales, la trucha.

La Tarta de trucha apareció a finales del siglo XIX, cuando Nicanor Rodríguez González gran pescador y fundador de la empresa Nicanores de Boñar,  probó la experiencia de mezclar la trucha con el hojaldre, algo innovador en aquellos tiempos y que tuvo una buena aceptación que sigue durando hoy en día.

La base de este postre es el mismo hojaldre con el que se hacen los nicanores, el dulce estrella de esta empresa, que tiene como ingrediente principal la mantequilla, los huevos, la harina y el azúcar.

Tras una capa de hojaldre se coloca la trucha, frita, pelada y en pequeños pedazos. Se cubre con mazapán y una capa final de hojaldre con forma de triángulos. Una vez cocida en el horno se deja enfriar para adornar con azúcar glass.

Las truchas aparecen en poca cantidad y confitadas, aportando un dulzor carnoso muy gratificante, si bien poco definido. Si que se notan mucho, los crujientes tropezones de almendra y el sutil aroma de canela, que engrandecen el excelente hojaldre de mantequilla.

Alabada por diversos profesionales de la restauración, su compra se asocia a celebraciones y también forma parte de la carta de postres de algunos restaurantes especializados en pescados y mariscos.