martes, 21 de enero de 2014

HISTORIA DEL CHOCOLATE




El chocolate se saca de un árbol llamado cacaotero y a su vez del cacao. Viene de tiempos de los aztecas ya que ellos consideraban que el cacaotero era el árbol más bello que había y le atribuían múltiples virtudes. Dos de ellos eran las de propiciar sabiduría y curar enfermedades. Los primeros árboles del cacao crecían de forma natural a la sombra de las selvas tropicales en las cuencas del Amazonas y del Orinoco. Para los mayas le atribuían otras virtudes como la longevidad y además lo utilizaban en numerosas ocasiones en la medicina. La manteca del cacao se usaba como pomada para curar heridas.

Cristóbal Colón recibió, como ofrenda de bienvenida unas habas oscuras que, en la sociedad azteca, servían a la vez de moneda y de producto de consumo. Pero fue Hernán Cortés quien envió el primer cargamento de cacao a nuestro país en 1524.

El cacaotero es un árbol que necesita de humedad y de calor. Requiere sombra, protección del viento y un suelo rico y poroso, pero no se desarrolla bien en las tierras bajas de vapores cálidos, Sus pequeñas flores de color rosa  y sus frutos crecen de forma inusual: directamente del tronco y de las ramas más antiguas. Las flores son polinizadas por unos pequeños mosquitos. El fruto es una baya denominada maraca, que tiene forma de calabacín alargado, se vuelve roja o amarillo purpúrea y pesa aproximadamente 450 g cuando madura comienza a rendir cuando tiene 4 ó 5 años normalmente se realizan dos cosechas: la principal y la intermedia y son necesarios de cinco a seis meses entre su fertilización y su recolección.





En España fueron los monjes los que empezaron a utilizarlo y la corte española lo tuvo como un secreto la utilización de este alimento y tardar casi un siglo en sacarlo siendo los monjes los únicos en saber cual era el procedimiento y el tratamiento para convertir el fruto del cacao en chocolate.  El primer libro donde se habla del chocolate, data del 1631 y fue escrito por un médico cirujano de Écija provincia de Sevilla. En 1644 fue ordenado por la Corte de Madrid y sus alcaldes que, nadie, ni tienda ni en domicilio ni en parte alguna pueda vender chocolate como bebida para evitar así que fuese tomado en cualquier sitio y en cualquier momento por la gente.
En Europa Se hizo tan popular el chocolate que el gobierno marco un impuesto que lo grabó hasta 1853 En Suiza se comenzó a fabricar chocolate a mediados del siglo XIX y fueron Daniel Peter con años de investigación y, Henry Nestlé quien ideo la mezcla de leche condensada azucarada con cacao, quienes dieron la fama al chocolate Suizo.
En 1.879 a Rodolphe Lindt se le ocurrió volver a agregar de nuevo la manteca de cacao procesada a la mezcla, consiguiendo así que el chocolate ofreciera una textura sólida y cremosa a la vez, y aunque era crujiente se deshacía en la boca. El chocolate en tabletas empezó a hacerse realmente popular gracias a las tropas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial, ya que resultaba ser un alimento muy energético.





Algunas frases populares que utilizamos en la sociedad acerca del chocolate son estas:

“El chocolate excelente,  para poderse beber, tres cosas ha de menester: espeso, dulce y muy caliente” Toda una declaración de intenciones que hace referencia al chocolate hecho a la española . Esta expresión se data de hace muchos años, antes del siglo XX.

“El chocolate del loroHace referencia a algo insignificante, sin importancia. Cuenta la leyenda que una familia aristocrática decidió recortar sus gastos, pero como nadie estaba dispuesto a renunciar a sus lujos, decidieron prescindir del chocolate que le daban al loro


“Las cuentas claras y el chocolate espeso”.





Iván Esparza Sánchez

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