Hablar de Pascal Molines es evocar a la sencillez, la elegancia y el talento de un profesional cuya vida y pasión se han centrado en uno de los oficios gastronómicos más bellos del mundo.
Nacio en Lyon . Estudio en Pasteleria Albert Richard - Lyon ( 3eme) desde 1978 a 1980
Fue docente del Instituto Paul Bocouse, ha visitado más de 20 países y se ha hecho acreedor a dos títulos en las grandes ligas: Campeón del Mundo de Pastelería 1999 y Mejor Obrero de Francia 2000. Ha obtenido reconocimientos en categorías como entremeses, chocolate y trabajo artístico en competencias de Cannes (1993), Larague (1991, 1993), Villedieu (1992), Serge Billet y Arpagón, además de haber llegado a la final del Premio al mejor pastelero de Francia en 1997, dos veces a las semifinales y su primera participación en la Copa Mundial de Pastelería en 1988. En 1999 logra el campeonato mundial de pastelería junto a su colegas Emmanuel Ryon, y Chistian Salembier,
En la actualidad, es dueño de su propio negocio Pâtisserie Pascal Molines.
Llegó a la profesión a los 17 años "sin mucha convicción", como cualquier joven que buscaba trabajar. "Poco a poco se dio cuenta que este oficio era algo apasionante, porque puedes expresarte libremente, hacer muchas cosas". En especial, le agradan el sabor y las presentaciones de los postres como elementos relevantes de su oficio.
En su rol de profesor, Molines -quien ha adquirido experiencia en restaurantes franceses de Paris, Monaco, Monte Carlo y Evian- considera que lo más importante es lograr transmitir a sus alumnos el gusto por el trabajo que hacen. Porque lo más importante es saber cómo se hace y por qué. El cómo es una técnica hecha a partir de conocer el por qué." Para complementar esta filosofía, Molines recalca las emociones que envuelven su labor: "Esta tiene que ser una profesión de placer, más para los demás que para uno mismo, se trabaja con placer para que quien degusta la pastelería también sienta placer.
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